Agustina Saquer, vinculada a la industria textil desde su temprana infancia
marcada por los colores y motivada por sus reiterados viajes, decide estudiar
moda en Firenze, Italia, para dar un marco teórico a su creatividad innata. Esta
experiencia fue la promotora de su explosión creativa, dando origen al desarrollo
de diseños propios, con su particular impronta: colores de impacto, detalles
estéticos, texturas rigurosamente escogidas y la calidad de los elementos, lo que
caracteriza cada nueva colección.